Jase Dschwordz

Con sólo una mirada, Jase te puede decir todo o nada. Normalmente inexpresivo, carente de emoción o humanidad, sus ojos no son más que espejos de su alma oscura. Ambos orbes ambarinos tuvieron verdes destellos cuando vieron la luz del sol, pero ahora que la noche se ha vuelto su día, no varían del color miel.
Dueño de un cabello dorado que forma ondas en las puntas y en torno a la nuca, cabello que normalmente lo mantiene informal, dándole el toque rebelde a su ropa formalmente oscura. Tez pálida característica de su gente, piel del color de los muertos, sin vitalidad ni luz. Rostro marmóreo y anguloso, masculino por donde se le vea.

Alto, rozando el metro ochenta de estatura, atlético sin duda, pero peligroso y alerta más que nada. Jase destila elegancia por cada uno de sus poros, poseedor de un porte aristocrático característico de su raza, porte que ha sabido incrementar con el paso de los años.

Jase es simplemente una persona…indescifrable. Sus movimientos, sus palabras, todo de él dice algo, pero a la vez, es como que estuviese diciendo otra cosa. Jamás se mostrará como es realmente ante alguien, se fía de muy pocos, y hasta con ellos mantiene un trato más bien distante. La clara excepción a ello podrían ser sus amigos cercanos, pero ese es otro tema. Mientras nadie trate de penetrar en lo más intimo de su ser, todo ira de maravillas. Es más bien indiferente con todo lo que le rodea, odia hablar tonterías y también el tener que escucharlas, por lo que si no tienes nada nuevo que decir, es mejor que no lo digas.
Jase jamás hará un movimiento en falso, antes de hacer las cosas las analiza una y otra vez hasta cerciorarse de que saldrá beneficioso de aquello. Es sumamente precavido, el equivocarse no forma parte del vocabulario del muchacho. Analítico y calculador como nadie, normalmente sabrá lo que sucederá antes de que ocurra, Jase puede llegar a ser muy observador, por lo cual le resulta bastante fácil adivinar los movimientos de los demás. El silencio es su mejor aliado, y cuando se ve embargado entre palabras sin sentidos, la observación se convierte en una gran amigo.

¿Arrogante?¿Terco?, como nadie, hace todo lo posible para conseguir lo que quiere sin importar si daña a alguien en aquel proceso, no tiene tiempo para estar pensando en las consecuencias que sus actos provoquen, simplemente lo hace y ya, mientras le sea beneficioso, no le importa que sea perjudicial o prohibido, ¿sentir pena por ti?, oh no, que el no tiene misericordia ni da segundas oportunidades, de Jase podrás correr, pero jamás esconderte, porque el te encontrará y cuando lo haga su rostro será lo último que veas. Es bastante honesto, te dirá lo que piensa sin siquiera preocuparse de si te pasa a llevar en el acto, la verdad duele para aquellos que no están acostumbrados a escucharla, y Jase es capaz de hacértela saber de una forma bastante cruel. No le gusta que le hagan muchas preguntas de su vida personal, prefiere mantenerse alejado de aquel tema de conversación, primeramente porque él nunca se meterá en la tuya, y no por educación, si no porque simplemente no le interesa. Un Jase en días soleados puede resultar amable y quizás un tanto carismático, en día grises es un hijo de puta por excelencia.

Elegante, pasional. Digno caballero inglés nacido hace siglos atrás, de modales envidiables, modales que recuerdan a aquellos hombres salidos de las más románticas novelas de Jane Austen, aunque es eso precisamente en lo que Jase difiere con aquellos hombres. El no es romántico, no es atento, no es un prototipo de trillado príncipe azul, te complacerá, pero jamás lo hará si no está seguro que tendrá algo a cambio. Jase sabe perfectamente como moverse para conseguir lo que él quiere, usar las palabras correctas, el gran arte de la manipulación, ¿o es que acaso pensaste que él era así por talento natural?, oh no, el moreno es manipulador y astuto hasta decir basta. Cuando algún propósito se le ha metido entre ceja y ceja él hace todo lo posible para conseguirlo, en el ámbito que sea. Jase todo lo quiere, y si lo quiere, es de él. Punto. Es sumamente responsable y podría decirse que hasta un tanto maniático con el orden y la limpieza, fue criado de aquella manera, y aunque de eso han pasado años, es un rasgo que ha quedado impreso en él, que ni el tiempo y sus adversidades han podido borrar. A su alrededor todo debe estar a la perfección, de lo contrario anda con un cabreo monumental y un Jase cabreado, no es nada bueno de ver. Es en aquellos momentos, cuando la ira le hace perder el sentido común, que se vuelve una criatura vuelta a sus impulsos, peligroso y letal.

Dueño y poseedor de la verdad absoluta, de la última palabra, porque Jase todo lo sabe, él lo sabe, tiene la razón y punto. El error lo tienes tú, no él, y está seguro de aquello, no lo contradigas, no te atrevas a contradecirlo. Tiene sus propias reglas, su propia manera de ver su no vida. Él se mueve a base de lo que él cree que es correcto, no de lo que los demás le dicen que lo es. Jase sabe salir bien parado de una situación aunque las circunstancias sean adversas. ¿Quieres darle un consejo?, evítalo. Odia los consejos, odia que le digan que hacer. Si ha vivido ileso y tranquilo los últimos doscientos años es porque sabe como moverse. No te metas en su vida, aléjate, escoria con sentimientos y llena de humanidad.

Dada su condición, su falta de humanidad y personalidad, virtudes más bien tiene pocas; Su sinceridad se puede considerar a la vez algo bueno y algo malo, pero Jase prefiere decantarse por lo primero, después de todo para aquellos que no están acostumbrados a escuchar la verdad, ésta puede doler.
Observador y analítico, tiene alto poder de concentración y puede lograr obtener respuestas antes de que los demás siquiera se lleguen a plantear el problema en cuestión.
Responsable, si se le asigna una misión, él la cumple así sea lo último que haga. Finalmente se podría decir que posee un sentido del liderazgo nato, no por nada en un futuro se convertirá en el líder de Black Dagger.

Se puede empezar señalando su testarudez, y es que si hay algo que odia es que le lleven la contraria, Jase siempre tiene la razón a pesar de las pruebas científicas que le muestren señalando lo contrario. La sinceridad...para los demás, puesto que para él está claro que es una virtud. A veces su falta de tacto puede llegar a ser extrema.
Lo arrogante que se suele mostrar la mayoría de las veces.

Sus gustos se definen básicamente en lo antiguo. Jase no siente placer alguno por la época actual y la llamada tecnología. Dicho aquello, se puede deducir que cualquier libro de antaño es de su agrado, una antigua melodía, un olvidado soneto.

Los humanos, esas criaturas normalmente son las causantes de todas las desgracias de su pueblo, una raza inferior que si no fuera porque son su fuente de alimentación, deberían extinguirse de una buena vez.
Odia cuando su espacio se ve violado. A Jase se le deja estar tranquilo y todo estará bien.
Que intercedan por él o sobre sus decisiones, odia cuando le llevan la contraria.
La maldita lujuria de sangre que ha comenzado a atacar a su raza, y por consiguiente, la causante de ella, Schleife.

Datos exactos, fechas, lugares, personas. No recuerda todo, y no porque tenga mala memoria, si no que aquellos actos no dignos de ser recordados los olvida sin más, o más bien, los entierra bien al fondo de su ser, junto a aquella humanidad que alguna vez tuvo.
Su corto período como humano no lo recuerda a la perfección… más bien, no quiere recordarlo. Jase sabe que nació para en un futuro liderar Black Dagger, y eso es lo único importante, por lo cual habría que empezar señalando su segundo nacimiento, su descenso al infierno.
Despertó en la Alemania de fines del año 1700, siendo tan sólo un inexperto chiquillo de diecinueve años, que lo único que sabía era que su futuro estaba arreglado segundo a segundo. Desde aquel preciso instante dejó de sentirse humano, si es que alguna vez se sintió de dicha forma. Tenía claro que su existencia constaría tan sólo del futuro liderazgo de Black Dagger, por lo que los años siguientes se dedicó a aprender de su padre, a callar y escuchar, a observar y hacer conjeturas mentales, recolectando conocimiento y armando poco a poco quien es hoy en día.

Hay personas a las cuales los años se les pasan lentos por los ojos, aquellas personas son las que son capaces de disfrutar cada detalle al máximo, absorbiendo lo que hay su alrededor, mientras que está el otro tipo de gente, a quienes los años les suceden raudos por los ojos, a la velocidad de un suspiro.
Jase es ésta última clase de persona, tiene clara su inmortalidad, tiene claro que no ve las cosas como los mortales a quienes al poco tiempo comenzó a considerar como insectos, pero que no se malentienda, ha disfrutado y ha visto, ha sentido y ha escuchado, admira la belleza de las cosas, pero no siente especial afecto hacia ellas.
Las cosas iban bien para su raza, con los contratiempos de siempre, pero nada por lo que preocuparse a gran escala, hasta que su llegada revolucionó todo. En un principio no la vio con especial interés, otra humana insignificante que llegaba a Sword&Shield, pero no mucho tardó hasta darse cuenta de que ella tenía algo diferente. El caos, las preguntas y las frustraciones. Jamás se había presentado una situación similar, por lo que cuando la llamada Lujuria de Sangre comenzó a atacar, ya era muy tarde para hacer algo al respecto.
Afortunadamente, a los miembros de Black Dagger aquella enfermedad no les parece contagiar, pero aún así, se mantiene alerta, odiando a aquella muchacha, preparándose para que los llamados cazadores la utilicen como arma o algo peor.
Aquel asunto se volvió algo personal, Jase se puso como objetivo el tratar de averiguar las causas y obtener respuestas, aunque para ello tenga que hacer algo que le desagrada totalmente, acercarse a la chica. Se ha dado cuenta de que mientras más la observa, y más acercamientos tiene hacia ella, le comienza a atraer como nunca nadie le atrajo antes y eso le asusta en sobremanera, por lo que, como es claro, se niega eso a toda costa.

Para ser un arrogante vampiro, disfruta con las cosas más sencillas.
Su principales hobbies son simplemente estar al aire libre y escuchar, disfrutar del silencio de la noche.
Caza como cualquier depredador natural que es, adora aquellos juegos, adora ver a los humanos correr por sus vidas, aunque cabe destacar, que rara vez mata.

Su mayor fobia es que la lujuria de sangre alcanze a Black Dagger, a él sobre todo.
Comenzar a sentir emociones humanas.